Percibimos a través de los sentidos y construimos con la mente. El Universo que nuestros sentidos observan es ilimitado. 

Lo efímero se define desde la relatividad que nuestros sentidos nos imponen, y limitan lo observado en el tiempo y el espacio. 

La fugacidad de las construcciones que la luz crea, hace que sean imperceptibles para nuestros sentidos; la mente no los puede procesar a esa velocidad, y construir una imagen en nuestra memoria más inmediata. 

El ser humano, como parte del Universo, es energía, no se crea ni se destruye, se transforma. No tiene un principio ni un fin, es un CAMINO. En ese camino, si interactuamos con la luz, podemos ver lo que los ojos no ven. Percibimos más que lo que la mente construye. Esas construcciones efímeras, de energía, pasan a formar parte de nuestra memoria sutil. Y con esa energía seguimos CONSTRUYENDO...